Parecía que todo estaba visto en este tour de la Triple Frontera, la mente y el cuerpo estaban ya aflojando, con la cabeza puesta en el regreso a casa. Pero algo me decía al salir de Cachi que no, que los Valles Calchaquies guardaban algo que merecía ser descubierto desde el sillín de la Greta. Y así está siendo. Espectacular, paisajes monumentales, naturaleza inmensa y un perfecto equilibrio entre un fondo de valle ribereño y fértil y unos poquitos metros más allá desierto del lindo. Como siempre lo hermoso cuesta, y en los dos dias que he tardado en llegar a Cafayate (se pronuncia Kafaxate) este último ha sido duro, el ripio arenoso es lo más... 
Es raro sentir por segunda vez en tan pocos meses la melancolía otoñal, pero acá los árboles amarillean. Eso si, pierdo altura y empieza a hacer más calor, las noches no se hacen tan largas y empieza a sobrar el saco de plumas (eskerrik asko Nere). Es curioso como nos puede la cultura del on/off, del encender y apagar, la digitalización; cuando hace frio quieres que haga calor, y cuando tienes calor quieres que vuelva a hacer frio. Pero eso no vale aquí no. No soy más que una pulguita que recorre una parte de La Cordillera y alrededores, y no tengo el interruptor del viento, la temperatura ni la lluvía. Tampoco lo quiero, es que soy más bien analógico.
Barruan daukadan nomada sen hau erabat egokituta dago bidera, txirrindula bidaietan beti gertatzen da gauza bera, denbora asko behar izaten da egokitzeko bizitza mota honetara baina behin jokoan sartuta irten nahi ez... Burua da batez ere egokitu behar dena, beroa, hotza, haizea, gosea, egarria, bideraen gorabeherak... jasatera. Neure buruari galdetzen diot zenbat denbora izango nintzateke gai horrela bizitzeko. Galdera honek agian ez du inoiz erattzunik izango, edo agian bai, nork daki?
34ª etapa: Cachi-El Carmen (inmediaciones), 76km.
35ª etapa: El Carmen-Cafayate, 95km.
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