Yo no soy arriero (como en la canción) pero he vivido pegado a la magia de los caminos durante dos meses. Hoy es un día triste para la Greta, desmontadita ella, duerme en una caja de cartón, esperando que un avión la lleve de vuelta a casa, aunque dice que su casa se ha agrandado, que su casa son los caminos que recorre conmigo.
Es tiempo ahora de introspección, de pensar y valorar las emociones y experiencias de un viaje que se acaba. Es tiempo para sentirse orgulloso de la libertad vivida y dar gracias a la Pacha Mama por haber cuidado de uno en este tiempo.
Hubo tiempo para el recuerdo. Recuerdo para los amigos privados de libertad; tristeza cada vez que veía un horizonte que a ellos les hes negado. Me acordé de ti Lupi ,cada vez que veía el cielo estrellado y cuando la vía del tren de las Nubes se cruzaba en mi camino, contigo Marta, hablaba cada día a las once para saber como estaba tu ojo y cuando se ponía el sol, te contaba como fué el día. Txetxu, me venías a la mente cada vez que me comía una empanada. De vos ,Jon, me acordé cuando perseguía la Laguna Verde cegado por la luz de Laguna Blanca, de ti Nere, cuando, protegido en tu saco de plumas me reía del frio de la noche. Para ti Maria el blanco del salar y para ti Camino el blanco de las casitas de Cachi. El sabor de las verduras Bolivianas me traian a la mente a Gotzon y Susana. El calor y la cercania de la casa de Roberto y Pantxi hacia recordar a Peru y Alberto. A Mamen la imaginaba diciendome que me subiera a un auto cada vez que maldecçia, agotado, mientras arrastraba a la Greta por caminos arenosos. A Leire la imagine cuando me escondí del sol en una casita linda al lado de la ruta en Valles Calchaquies. Gonzal, te recordé por los caminos que tú también recorriste. Ibon, me leyeron las runas unas gentes mágicas de un lugar mágico. A Irati la recordé la única vez que encontré una vicuña que no huyó de mi. Ainoa, recordaba esa foto que pusiste en Facebook cada vez que miraba el horizonte. Joven Pixpot era los niños de Bolivia que miraban y no entendían pero se maravillaban con ese gringo de bici y carrito. Unai, Buenos Aires, urbe y creación. Un Lander imaginario me censuraba cada vez que tomaba una foto en modo automático. A ti,mamita, te imaginaba pintando los colores de los valles que recorrí mientras el viejo busca mi ubicación en el atlas. Seguro que no me caben todos los recuerdos, porque por suerte son, sois, muchos. No se ofendan los no citados.
Ahora anochece en Buenos Aires, acá la nostalgia es facilona y dulce, me voy a recrear en ella nomás. Y no me voy a la milonga porque todavía no se bailar. La ciudad principio y fin, mi puente a America Latina y a la libertad de los caminos.
Es tiempo ahora de introspección, de pensar y valorar las emociones y experiencias de un viaje que se acaba. Es tiempo para sentirse orgulloso de la libertad vivida y dar gracias a la Pacha Mama por haber cuidado de uno en este tiempo.
Hubo tiempo para el recuerdo. Recuerdo para los amigos privados de libertad; tristeza cada vez que veía un horizonte que a ellos les hes negado. Me acordé de ti Lupi ,cada vez que veía el cielo estrellado y cuando la vía del tren de las Nubes se cruzaba en mi camino, contigo Marta, hablaba cada día a las once para saber como estaba tu ojo y cuando se ponía el sol, te contaba como fué el día. Txetxu, me venías a la mente cada vez que me comía una empanada. De vos ,Jon, me acordé cuando perseguía la Laguna Verde cegado por la luz de Laguna Blanca, de ti Nere, cuando, protegido en tu saco de plumas me reía del frio de la noche. Para ti Maria el blanco del salar y para ti Camino el blanco de las casitas de Cachi. El sabor de las verduras Bolivianas me traian a la mente a Gotzon y Susana. El calor y la cercania de la casa de Roberto y Pantxi hacia recordar a Peru y Alberto. A Mamen la imaginaba diciendome que me subiera a un auto cada vez que maldecçia, agotado, mientras arrastraba a la Greta por caminos arenosos. A Leire la imagine cuando me escondí del sol en una casita linda al lado de la ruta en Valles Calchaquies. Gonzal, te recordé por los caminos que tú también recorriste. Ibon, me leyeron las runas unas gentes mágicas de un lugar mágico. A Irati la recordé la única vez que encontré una vicuña que no huyó de mi. Ainoa, recordaba esa foto que pusiste en Facebook cada vez que miraba el horizonte. Joven Pixpot era los niños de Bolivia que miraban y no entendían pero se maravillaban con ese gringo de bici y carrito. Unai, Buenos Aires, urbe y creación. Un Lander imaginario me censuraba cada vez que tomaba una foto en modo automático. A ti,mamita, te imaginaba pintando los colores de los valles que recorrí mientras el viejo busca mi ubicación en el atlas. Seguro que no me caben todos los recuerdos, porque por suerte son, sois, muchos. No se ofendan los no citados.
Ahora anochece en Buenos Aires, acá la nostalgia es facilona y dulce, me voy a recrear en ella nomás. Y no me voy a la milonga porque todavía no se bailar. La ciudad principio y fin, mi puente a America Latina y a la libertad de los caminos.
Kazkabarrak garbitu egin nau ama lurraren baitan egindako bidai honetan, arima soberan dudan guztiaz arinduta. Izarrak lagun zoriontasunaren bideari ekin diot berriz, eta Lermako haraneko sorgintxo batek esan zidan bezala, izarrak irakurtzen jarraitu beharko dut, bidaia ez delako bukatu... Bidearen hurrengo zatia dut buruan, esan didatelako han, goian, itsasoa ikusten dela...
Como veis hay poca información de utilidad en el blog, estoy poniendo orden en mis ideas y mis notas, prometo completar el blog antes de que finalice el verano...Buenas pedaladas!
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